Control de las masas


En la novela Fahrenheit 451(1953)  del autor norteamericano Ray Bradbury se representa una sociedad totalmente anestesiada que en relación  con la sociedad actual sería como una exageración de la misma. Esto se consigue mediante un minucioso control de cada una de las áreas de poder como la educación, los medios, la cultura, etcétera. Por último, la historia y la memoria son, en esta sociedad, obsoletas, es decir, nadie piensa en pasado, viven un eterno presente.
Escuchar y entender son dos cosas totalmente distintas. Escuchar los hacemos todo el día, sin embargo, entender es una tarea más compleja. Y en esta novela se escucha, no se comprende porque, está mal y al final lo que comprenden son los locos. Esos locos que se queman con sus propios libros. No hay tiempo para pensar, todo se divide en trabajo y placer. Beatty le comenta a Montag:

        "... La vida se convierte en una gran carrera, Montag. Todo se hace de prisa de cualquier modo..." (pág. 66)

De este modo, la información termina siendo pasajera e inutil. Se considera anormal al que se toma un tiempo para pensar.
Pensar en el cuestionamiento del modo en que funciona esta sociedad es casi imposible, ya que no hay debate entre las personas, no hay un choque de ideas, porque todos siguen el único ideal que hay ¿Por que solo hay un pensamiento? La respuesta es: los medios. Viven escuchando radios o viviendo con personas digitales que llaman “familia”, hasta prefieren hacer eso que hablar con gente real. Además, cuando se genera esta "pelea" , no se animan a afrontarla. Betty comenta sobre esto:

         "... A la gente de color no le gusta El pequeño Sambo. A quemarlo. la gente blanca se siente incómoda con La cabaña del tío Tom. A quemarlo..." (pág. 69)
Esto es otro gran eslabón para no generar represión. Todos piensan lo mismo y lo peor es que no saben porqué. Todo está controlado, ellos saben que piensan y, quiénes los quieren hacer pensar. Todo está regularizado. Son como muñecos totalmente movibles a su disposición.
Pero, la peor arma de estos muñecos es que tengan curiosidad por un libro. Por eso, está tan implantada la censura de los libros. Es una sociedad con una manipulación perfecta y justa, pero su único punto débil es esto. Beatty habla sobre este problema:

          "...Un arma cargada en la casa de al lado. Quémalo. Quita de proyectil del arma. Domina la mente del hombre..." (pág. 68)
La sociedad planteada es casi perfecta. Y la que cualquier dictador imaginaría en sus sueños. Como toda dictadura, siempre hay gente que quiere saber algo más. Y en Fahrenheit 451 Se presenta como gente que murió en el intento o está exiliada de las grandes ciudades. Montag Pregunta cuántos piensan:

        "...Miles, que van por las vías férreas abandonadas, vagabundos por el exterior goma bibliotecas por el interior..." (pág. 163)
Gratamente para los dictadores de esta civilización los locos están exiliados. Y este es otro punto importante para lograr un pensamiento homogéneo.
Por lo tanto, cada una de estos eslabones genera una gran comunidad de gente completamente moldeable a una idea que los conforma como personas pasivas. Que no tienen permitido pensar.

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