Un hombre, un balcón y su amante


   EL CHIRINGUITO
            www.elchiringuito.com- EL PERIÓDICO MÁS ELEGIDO DE ARGENTINA -Desde 1893
  UN HOMBRE, UN BALCÓN Y SU AMANTE

El pasado miércoles dejó una gran marca en la historia argentina, un hombre llamado, Carlos Villagrande, era vecino de Luciana Romero. Él se la cruzaba todos los días y cada día se enamoraba más y más. Ya había tenido intentos de acercamientos hacia mujeres, pero todos estos habían salido muy mal. Entonces, creó un increíble plan que ni los mejores planos que se hicieron para robar bancos podrían competir con este, porque el robaría un corazón. Carlos había contratado a unos mariachis para que llegasen al departamento, mientras él iba a estar escalando el edificio hasta llegar a su balcón. Ahí el le diría un texto de 200 palabras que se había aprendido de memoria, como si fuera un examen oral, para decirle cuánto la ama.

Era el día, era el momento. Ahora era cuando Carlos debería mostrar toda su experiencia y plasmarla.

 Llegó del trabajo y se quedó esperando unos 30 minutos hasta que llegara ella. En 10 minutos llegarían los mariachis. Entonces salió, vio el piso tres y empezó a escalar como si del Everest estuviéramos hablando. Pero lamentablemente, además de no tener el físico necesario y no llevar guantes, dejó la misión ya que se había hecho mucho daño en las manos. Pero, ¿qué pensaban? ¿Que nuestro Spiderman argentino se vencería tan fácilmente?  Venciendo a la adversidad, agarró unos guantes y empezó otra vez. En ese instante aparecería su archienemigo: el balcón.

Mientras cada vez se acercaba más al balcón, ya estaba pensando lo que tenía que decir, pero este balcón no iba a ser un rival fácil. Desde la perspectiva de todos los vecinos, parecía un loco que no sabía lo que hacía, de manera que le empezaron a gritar que bajara, ya que veían que no era nada parecido a Tarzán.
Esto nos dijo la vecina del quinto piso que miraba todo desde arriba: “Me parece una estupidez lo que hace Carlos y mirá que él es una persona educada y amable, pero esto es una total locura. No hay palabras para  explicar lo que hizo.” La gente que estaba a su alrededor contó que, cuando se agarró del balcón para subir, se empezaron a hacer grietas y ya se estaba viendo lo que iba a pasar. Desde la perspectiva de Carlos creemos que seguramente, cuando se estaba cayendo, le dijo al balcón: “si te caes, te caes conmigo.” Y así resulto la fractura expuesta, la denuncia de Luciana y ser el nuevo payaso del barrio.

                                          En esta imagen se observa al hombre escalando el edificio.


Comentarios

  1. Muy buena crónica, Franco. Falta pulir un poco más la escritura, ¡pero está mucho mejor!

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

Las rosas de Tsu-Ling

Conóceme.

El espejo de la abuela